Sebastian Zavala Kahn
Crítico de cine
Por más de que nunca llegó a convencer del todo a la crítica especializada, siempre le tuve cierta afinidad al británico Paul WS Anderson. No, sus películas nunca fueron consideradas como arte del bueno, pero de cuando en cuando, nos sacaba producciones entretenidas y visualmente interesantes, que sin llegar a estar al nivel de los mejores blockbusters que Hollywood puede ofrecer, al menos nunca resultaban aburridas. La primera “Mortal Kombat” es de mis mayores placeres culposos. “Event Horizon” es un filme de terror y ciencia ficción verdaderamente perturbador. Y hasta “Pompeya” tiene lo suyo.
Lamentablemente, de un tiempo a esta parte, Anderson ha estado en una mala racha. Su última película de “Resident Evil” es un desastre esquizofrénico e hiperactivo. Su adaptación de “Monster Hunter” no convenció ni a la crítica, ni al público en general, y mucho menos a los fanáticos de los videojuegos. Y ahora, con “Tierras Perdidas” (la cual duró poco tiempo en cartelera hace unos meses, y está disponible ahora en Prime Video), nos entrega un western futurista estilizado por momentos visualmente estimulante, pero en general, soso y previsible. De la mayoría de sus películas, por lo menos, se podía decir que no aburrían, pero desgraciadamente ese no es el caso de “Tierras Perdidas”. ¿Cómo es que, narrando una historia posapocalíptica sobre brujas, vaqueros, asesinos, monstruos y hombres lobo, Anderson termina aburriendo a su público?
Basada en un cuento corto de George RR Martin (sí, el creador, de “Juego de Tronos”), “Tierras Perdidas” se lleva a cabo en una versión de la Tierra destruida por una guerra mundial, y que ahora cuenta con una sola ciudad, manejada por una maligna iglesia. El resto del planeta consiste en las Tierras Perdidas: desiertos repletos de vestigios del mundo antiguo y llenos de criaturas sedientas de sangre. Poca gente se aventura a adentrarse en dichos lugares; uno de ellos es Boyce (Dave Bautista), un asesino a sueldo fanático de las serpientes, las pistolas y los sombreros vistosos.
Al comenzar la película, vemos a la bruja Gray Alys (Milla Jovovich) siendo torturada por la Iglesia y uno de los representantes de la misma y del gobierno, la Enforcer (Arly Jover). Pero una vez que logra escapar de sus garras, es convocada por la Reina (Amara Okereke), quien le pide ir a las Tierras Perdidas en busca de un Cambiaformas; resulta, pues, que desea el poder de convertirse en cualquier criatura que quiera. Es así que Gray decide contratar a Boyce como una suerte de guía, para que la lleve al Mar de Calaveras, donde se supone reside dicha criatura. Pero como se deben imaginar, dicho viaje estará lleno de peligros y problemas, especialmente cuando comienzan a ser perseguidos por la Enforcer.
Narrativamente hablando, “Tierras Perdidas” no nos propone nada particularmente complicado —lo cual no sorprende, considerando que el filme está basado en un cuento corto. No obstante, por como el guion de Constantin Werner está estructurado, la trama se siente tanto simplista como ridículamente compleja. La construcción del universo de “Tierras Perdidas”, por ejemplo, no termina de convencer, sintiéndose demasiado vacío, como si estuviese compuesto únicamente de personajes principales y extras (y nadie al medio). Y especialmente al inicio, el ritmo de la cinta es errático, como si Werner no hubiese estado seguro de cómo comenzar.
Fuera de eso, los personajes son más arquetipos que seres humanos creíbles. Hay un par de romances importantes para la trama, por ejemplo, pero como son tratados de forma súper básica, nunca llegan a causar reacciones particularmente potentes o emotivas en el espectador. Y aunque “Tierras Perdidas” sí cuenta con un par de giros narrativos interesantes hacia el final —los cuales no pretendo spoilear acá, por supuesto—, llegan demasiado tarde, haciendo que la película en general se sienta como el prólogo de algo más entretenido que podría venir después.
Porque, como se había dado a entender antes, ese es el mayor defecto de la película: es tediosa. El ritmo de edición es letárgico, como si Anderson hubiese entendido que el trabajo de montaje de algunas de sus producciones anteriores era ya demasiado hiperactivo, y se hubiese ido al otro extremo. Y las actuaciones son de baja energía, por más de que Bautista intente otorgarle algo de humanidad a su acartonado Boyce (Jovovich, por su parte, interpreta a Gray Alys de forma muy similar a su Alice de las películas de “Resident Evil”). No hay nada en “Tierras Perdidas” que se sienta enérgico o divertido o por lo menos intenso, lo cual es particularmente decepcionante considerando el historial de Anderson.
Visualmente, “Tierras Perdidas” se siente como una mezcla entre “300” y “Rebel Moon”, de Zack Snyder, siendo inferior a la primera, pero bastante mejor que la segunda. Hay planos verdaderamente impresionantes, con composiciones bellísimas y un gran trabajo de efectos visuales digitales. Pero por otro lado, hay un par de criaturas (especialmente cierto hombre lobo) que no se sentirían fuera de lugar en un videojuego de PS4 (ni siquiera uno de PS5). En todo caso, hay que admitir que el apartado visual es de lo mejor que tiene “Tierras Perdidas” para ofrecer, haciéndome recordar a las primeras producciones grabadas enteramente en pantallas azules de principios de los 2000, como “Sky Captain y el Mundo del Mañana”, “Sin City” o la misma “300”.
Fuera de que no tuvo un buen trabajo de marketing, entiendo por qué le terminó yendo tan mal en la taquilla a “Tierras Perdidas”. El vínculo con George RR Martin no puede haber ayudado mucho, ya que la historia tiene poco o nada que ver con sus historias más famosas. Y como película de aventuras y acción, “Tierras Perdidas” tiene muy poco que ofrecer. El mundo que nos presenta está desarrollado a medias, los personajes son sosos, y la propuesta en general es tremendamente aburrida, por más que con las justas dure una hora y media. “Tierras Perdidas” luce muy bien y no es ofensivamente mala, pero considerando que Anderson siempre fue, por lo menos, un cineasta con energía y pasión, no puedo creer que haya terminado siendo tan tediosa. Ojalá logre recuperarse para su siguiente película.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, la OFCS – Online Film Critics Society y la IFSC – International Film Society Critics, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja la cuenta de cine SebaZavaReviews desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.