“Affection” es el tipo de película que muy fácilmente podría haber sido un cortometraje, y que de hecho, podría haber resultado más impactante e intrigante de haberse hecho de dicha manera. Lo cual no quiere decir que esta versión de “Affection” sea horrible; simplemente quiere decir que la narrativa no da para una experiencia compleja y extensa, tanto así que la película con las justas llega a durar noventa minutos. Protagonizada por la siempre excelente Jessica Rothe (“Feliz Día de tu Muerte”), “Affection” comienza de manera suficientemente intrigante, para luego meterse de lleno en un contexto difícil de creer, y que confunde más de lo que entretiene.
“Affection” comienza de forma impactante. En su breve prólogo, vemos a una malherida Ellie (Rothe) tirada en la pista al costado de un auto chocado. Se levanta, comienza a caminar, y es luego atropellada por otro carro. Luego de la pantalla de título, la vemos ahora despertando en una casa que asumimos es la suya, y siendo recibida por Bruce (Joseph Cross), quien dice ser su marido. ¿El problema? Ella no recuerda nada de la vida que Bruce dice haber tenido con ella, más bien insistiendo que su nombre es otro, y que en vez de una hija (Alice, interpretada por Julianna Layne) en realidad tiene un hijo.
Es así que “Affection” se va desarrollando como un misterio, en el que nos damos cuenta de que Ellie tiene que recuperar sus recuerdos reales, no solo para mantener una relación normal con su esposo, sino también con su gentil y asustadiza hija. Pero llega un momento, quizás más pronto de lo que nos hubiéramos podido imaginar, en el que “Affection” revela el secreto detrás de la pérdida de memoria de nuestra protagonista, así como de sus ocasionales (pero violentas) convulsiones. No pienso incluir spoilers acá, por lo que solo diré que se trata de un giro narrativo muy difícil de tragar, y que seguramente resultará en más de un espectador frustrado y hasta molesto.
Lo cual es una pena, porque la premisa de “Affection” no es mala. ¿Una protagonista confundida, que parece tener las memorias de otra persona, y que no confía ni en quienes se supone son su familia? Es algo que podría haber resultado en una experiencia intrigante y llena de suspenso. Lamentablemente, el novel director y guionista BT Meza decide tomar la ruta de la ciencia ficción, alejándose de la tensión que muy bien su película podría haber generado, para meterse de lleno en una narrativa que, para mi sorpresa, cuenta con más similitudes con series como “Alien: Planeta Tierra” de las que me hubiese podido imaginar. Nada es lo que parece en “Affection”, sí, pero una vez que se revela lo que de verdad está pasando, resulta un poco difícil creer en lo que aparece en pantalla.
Ahora bien, nada de aquello quiere decir que “Affection” sea un fracaso total. Interesante, por ejemplo, lo que el guion nos dice sobre el duelo y la obsesión por regresar a un pasado supuestamente perfecto, así como lo lejos que puede llegar una persona que no considera a sus seres queridos como verdaderos seres humanos, sino más bien como símbolos o representaciones de su vida ideal. En ese sentido, el Bruce de Joseph Cross termina siendo un personaje medianamente interesante. Es un tipo que al inicio parece tener buenas intenciones —ayudar a su esposa a recuperar sus memorias e identidad—, pero que poco a poco va demostrando que cuenta con un secreto oscuro y terrible.
Esto último, de hecho, resulta en algunos momentos inesperadamente gráficos y violentos. “Affection” no es una cinta de horror tipo gore ni mucho menos, y sin embargo cuenta con un excelente trabajo de maquillaje y prótesis, especialmente durante un par de escenas de “nacimiento” (¡les juro que no daré más detalles!). En general, “Affection” es una cinta que luce muy bien y nunca se ve barata, lo cual es particularmente sorprendente considerando que es una producción independiente que, asumo, contaba con recursos limitados, y que se trata de la primera propuesta de Meza como director y como guionista. Si “Affection” falla, es por temas narrativos y conceptuales, y no tanto por el apartado técnico.
Rothe, por su parte, está excelente como siempre. De hecho, ella carga la mayor parte de la película en sus hombros, interpretando a Ellie en diferentes etapas (todas muy distintas las unas de las otras), y reaccionando a sucesos verdaderamente chocantes. Rothe convence tanto en los momentos emotivos que comparte con su hija, como cuando tiene que comportarse como una protagonista proactiva y hasta a veces agresiva. No puedo detallar mucho más sin incluir spoilers, por lo que solo diré que Rothe sigue demostrando ser una excelente scream queen; solo espero que vaya a aparecer en más y mejores cosas en el futuro cercano.
No puedo evitar sentirme decepcionado por “Affection”. Me decepcionó la ruta poco creíble que toma luego de que devela ciertos secretos, y me decepcionó la forma en que la temática central se va abandonando, siendo reemplazada por giros narrativos de ciencia ficción que se sienten, paradójicamente, tanto muy complejos como demasiado simplones para un largometraje. Jessica Rothe es lo máximo, como siempre, y tanto la dirección de Meza como el trabajo de maquillaje ayudan a que el filme luzca muy bien. Pero lamentablemente, pocos espectadores serán capaces de tragarse lo que “Affection” ofrece; aprecio que se hayan arriesgado de esta manera, pero desafortunadamente, en este caso, el riesgo no trajo consigo buenos resultados.
Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de Blue Finch Film Releasing y Prodigy Public Relations.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, la OFCS – Online Film Critics Society y la IFSC – International Film Society Critics, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja la cuenta de cine SebaZavaReviews desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.

