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CRÍTICA: Intensamente 2 – cuando la pubertad ataca y la ansiedad llega para quedarse

CRÍTICA: Intensamente 2 – cuando la pubertad ataca y la ansiedad llega para quedarse

Sebastián Zavala Kahn
Sebastián Zavala Kahn

Crítico de cine

Considerando la relativa mala suerte que Pixar ha estado teniendo en la taquilla estos últimos años —en gran medida, debido a la pandemia del Covid-19, pero también a ciertas decisiones tomadas por Disney—, no sorprende que haya decidido regresar al mundo de “Intensamente”. Después de todo, aquella primera película fue todo un triunfo —creativo Y financiero—, tanto así que es considerada por muchos como la mejor producción de la empresa de animación estadounidense hasta el momento. No obstante, se podría argumentar que no era necesario, al menos desde un punto de vista narrativo, regresar con una secuela. Todo lo que se podía haber dicho sobre Alegría y las otras emociones se dijo hace nueve años, ¿no?

Pues no.

Resulta, pues, que “Intensamente 2” es una muy buen segunda parte. Definitivamente no está al mismo nivel que su predecesora —tarea prácticamente imposible, si vamos a ser honestos—, pero ciertamente hace todo lo que puede por desarrollar una historia que justifique su propia existencia. Es así que terminamos con una aventura que lidia con temas relacionados a la pubertad, la ansiedad, la amistad, el deseo de ser aceptados por los demás, y la aceptación de las diferentes emociones que tenemos como seres humanos. La novedad ya no está tan presente, y mucho del humor se siente más infantil que el de la película previa, pero en términos generales, “Intensamente 2” es todo lo que podríamos haber esperado de una segunda parte.

Alegría (voz de Amy Poehler) sigue siendo nuestra protagonista, y por supuesto, sigue siendo la que toma todas las decisiones importantes dentro de la mente de la ahora-adolescente Riley (Kensington Tallman). Las cosas, de hecho, parecen andar muy bien, especialmente ahora que ha encontrado una buena rutina de trabajo junto a Asco (Liza Lapira, reemplazando a Mindy Kaling), Miedo (Tony Hale, reemplazando a Bill Hader), Enojo (Lewis Black) y Tristeza (Phyllis Smith). Esta última, de hecho, ha encontrado el valor en su trabajo, por más de que Alegría no haya terminado de entender que algunas emociones, y por ende, algunos recuerdos, no deben ser eliminados (o por lo menos enviados al olvido).

Las cosas cambian, sin embargo, con la llegada de la pubertad. Y por ende, con la llegada de emociones nuevas (más intensas y complejas). La líder de estas nuevas emociones es Ansiedad (Maya Hawk), quien trabaja junto a Envidia (Ayo Edebiri), Vergüenza (Paul Walter Hauser) y Ennui (Adèle Exarchopoulous) para convertir a Riley en alguien nueva. Esto no va con Alegría, y cuando trata de oponerse a Ansiedad, esta la saca del cuartel general, haciendo que Riley, en el mundo real, abandone a sus amigas (Grace, interpretada por Grace Lu, y Bree, interpretada por Sumayyah Nuriddin-Green) para comenzar a congeniar con la popular y habilidosa Valentina (Lilimar). Consciente de que esto no es lo mejor para la niña, Alegría y sus amigos intentarán regresar al cuartel general, para así devolverle su identidad previa (y original) a Riley.

Narrativamente hablando, “Intensamente 2” se siente un poco similar a la primera película. La llegada de la pubertad, así como de las emociones nuevas, claramente representa un cambio grande para todos, pero al final del día, Alegría es quien tiene que pasar por un arco de maduración, como siempre, y en la vida real, Riley tiene que pasar por una época de cambios importantes. No es nada particularmente novedoso —ni para el cine de Pixar, ni para el “coming of age” promedio—, pero funciona, especialmente considerado la forma en que ambas protagonistas son desarrolladas. Resulta fácil, pues, empatizar con las dos, aunque sí debo decir que ciertas escenas con Riley hicieron que me tapara los ojos por vergüenza ajena (lo cual era de esperarse, considerando que se trata de una púber que está comenzando a encontrarse a sí misma).

No obstante, siempre agradeceré que una película familiar como esta no solo cuente con un valioso mensaje —valioso tanto para grandes como para chicos—, si no que también se atreva a transmitir sus temas de forma madura. Me gustó la inclusión de Ansiedad, por ejemplo, y que a pesar de ser la antagonista principal durante toda la película, no sea considerada como una villana. La ansiedad, después de todo, en la vida real, no es una emoción innecesaria ni negativa, si no más bien una que tiene que ser manejada con cuidado; puede ser muy útil a veces, pero si no se controla, puede meternos en problemas. Es así que “Intensamente 2” ve, también, a dicha emoción.

En lo que se refiere al humor, sin embargo, “Intensamente 2” flaquea un poco un en comparación a su predecesora. No es que ningún gag funcione, por si acaso —es que ninguno me pareció hilarante o particularmente original. De los momentos graciosos, me quedo principalmente con la inclusión de dos personajes muy curiosos: los recuerdos vergonzosos de la infancia de Riley. Uno es Pouchy (James Austin Johnson), una suerte de parodia de los personajes de “Dora la Exploradora”. Y otro es Lance Slashblade (Yong Yea), un personaje de videojuegos de la era del PlayStation 2, y una clara parodia de Cloud Strife de “Final Fantasy VII”. Ambos protagonizan algunos de los momentos más graciosos del filme.

A nivel visual, “Intensamente 2” luce tal y como uno esperaría luciría una nueva película de Pixar. Es decir, se ve espectacular, haciendo uso de intensos (ja) colores e imágenes que emulan técnicas audiovisuales de la vida real (planos con poca distancia focal, cambios de foco, movimientos de cámara con pulso), y en general, manejando una estética atractiva y similar a la de la primera entrega. Por otro lado, lo que sí extrañé fue la banda sonora de Michael Giacchino. En esta ocasión, el prolífico compositor ha sido reemplazado por Andrea Datzman, que sin llegar a hacer un MAL trabajo, no nos entrega nada particularmente memorable. De hecho, es recién cuando se usa el tema principal de la película previa (compuesto por Giacchino) que la banda sonora logra resaltar.

En pocas palabras, “Intensamente 2” es más de lo mismo… pero cuando lo mismo es tan bueno, el resultado, a pesar de ser inferior a su predecesor, igual es muy recomendable. Lo que tenemos acá es una secuela entretenida, emotiva y llena de mensajes valiosos, que hace un excelente uso de su concepto central para entregarnos una narrativa algo previsible, pero que debería apelar a todos los miembros de cualquier familia. ¿Era NECESARIO que se estrene “Intensamente 2”? No realmente. Pero considerando que su razón de ser es más que nada financiera, no se puede negar que Pixar ha hecho el mejor trabajo posible con la cinta. Ahora que ha sido tremendo éxito de taquilla, de hecho, hay que darle la misma atención y apoyo a sus producciones originales. De lo contrario, solo se dedicarán a sacar secuela tras secuela… y eso no es lo que queremos, ¿no?

NOTA: tuve la suerte de ver “Intensamente 2” en una función subtitulada (hay varias, de milagro, pero todas en Lima). Obviamente recomiendo ver la película en su idioma original, de ser posible.

Crítica de Sebastián Zavala KahnComunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine Proyectando Ideas desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.