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CRÍTICA: Hipnosis: arma invisible – Robert Rodríguez fuera de su elemento

CRÍTICA: Hipnosis: arma invisible – Robert Rodríguez fuera de su elemento

Sebastián Zavala Kahn
Sebastián Zavala Kahn

Crítico de cine

Generalmente, da gusto cuando un cineasta decide salir de su zona de confort y entregarnos algo distinto. Se trata de una decisión que, muchas veces, resulta en productos finales sorprendentes, gratamente entretenidos, o al menos diferentes. Desgraciadamente, ese no es el caso de “Hipnosis: arma invisible”, la más reciente película de Robert Rodríguez (la trilogía de “El mariachi”, “Mini espías”, “Sin City”, “Alita Battle Angel”). Lo que tenemos acá es una producción confusa, que cree ser más astuta de lo que verdaderamente es, y que dudo mucho vaya a satisfacer a la gente que decida verla en el cine.

Al comenzar “Hipnosis: arma invisible”, nos encontramos con un detective de la policía de Austin llamado Danny Rourke (Ben Affleck), quien hace poco perdió a su hija de siete años en un secuestro. Ahora, está intentando regresar al ruedo —luego de un descanso considerable—, por lo que acompaña a su compañero, Nicks (JD Pardo) al posible robo de un banco. Es ahí donde se encuentra con el enigmático Lev Dellrayne (William Fichtner), un hombre que parece ser capaz de influenciar en la gente y obligarlos, con pequeñas sugestiones, a hacer lo que él quiera que hagan. Incluyendo, por supuesto, robar un banco.

Pero eso no es todo. Eventualmente, y luego de que Dellrayne logra escapar de la escena del crimen, Rourke se encuentra con una pseudo-adivina llamada Diana Cruz (Alice Braga), quien le habla sobre los Hipnóticos: personas con habilidades especiales —como las de Dellrayne— que solían pertenecer a un programa secreto del gobierno que supuestamente fue creado para influenciar en la política mundial. Hoy en día, han formado todo tipo de bandas criminales, y una de ellas está detrás de Rourke, quien además parece tener algún tipo de poder, también. Juntos, el detective y Diana escaparán de la ley y de los Hipnóticos, con la esperanza, además, de poder encontrar a la hija de Rourke.

“Hipnosis: arma invisible” es una película curiosa. Evidentemente, es un poco diferente a lo que Rodríguez generalmente dirige, más orientada a la ciencia ficción, similar a algo que Christopher Nolan podría dirigir dormido. De hecho, el filme se siente como una suerte de pastiche entre “El origen”, “El juego” y hasta algunas películas de superhéroes, como “Doctor Strange”, pero sin una sola pizca de originalidad, como para diferenciarse de sus claras fuentes de inspiración. Y como Rodríguez no parece estar acostumbrado a este tipo de historias, dirige “Hipnosis: arma invisible” con la energía de un oso perezoso, dependiendo de diálogos expositivos, flojas secuencias de acción e imágenes poco inspiradoras para tratar de emocionarnos.

Lo cual da un poco de pena, considerando lo enérgicas que suelen ser las películas de Rodríguez. Pero esta no. A Ben Affleck se le ve aburrido, confundido, como si no estuviese seguro de cómo interpretar a Rourke (lo cual, después de ciertas revelaciones en el tercer acto, tiene todo el sentido del mundo). Braga está un poco mejor, pero más que un personaje, es una máquina de explicaciones. Y aunque Fichtner —gran actor de carácter— se ha hecho famoso por interpretar constantemente a esta clase de personajes antagonistas, Rodríguez no le da nada particularmente interesante o memorable para hacer. El único que destaca, aunque sea un poco, es Jackie Earle Haley… en lo que no podría considerarse como más que un cameo de un par de minutos.

No obstante, el mayor defecto de “Hipnosis: arma invisible” está en su estructura. La idea base, que involucra personajes con poderes mentales, que pueden cambiar la percepción que tenemos del mundo, no carece de valor. Pero acá está presentada de manera confusa y enredada, sin que quede claro exactamente qué es lo que pueden hacer ciertos Hipnóticos, y dejando al espectador en la oscuridad, más frustrado que entretenido. No ayuda, pues, que mucho de lo que vemos en pantalla termine siendo “mentira” —es un detalle (importante) que evita que uno pueda empatizar al cien por ciento con los personajes centrales, por más de que la motivación principal de Rourke, por ejemplo, sea la de encontrar a su hijita. Se supone…

E incluso a nivel conceptual, “Hipnosis: arma invisible” no hace nada que no hayamos visto antes. Muchas de las imágenes que Rodríguez nos presenta me hicieron recordar a buena parte de la filmografía de Nolan. Las secuencias de acción son tan emocionantes como un paseo en carrito de golf (y en algunos momentos, hasta involuntariamente graciosas). Y los supuestos giros narrativos son presentados frecuentemente y con furia, haciendo que todo lo previo se sienta como una pérdida de tiempo; como parte de la “ilusión” que Rodríguez está desarrollando, más interesado en comportarse como un mago de feria, que como un director interesado en una historia emocionalmente potente.

Rodríguez me gusta mucho como director —me gusta su estilo, sucio y directo, y disfruto mucho de sus películas más “trashy”. Desgraciadamente, “Hipnosis: arma invisible” no podría estar más alejado de aquello (o de sus raíces como cineasta). Lo que tenemos acá es un filme narrativamente inerte que, a pesar de contar con acuñaciones de buen nivel, una banda sonora apropiadamente intensa, y varias ideas intrigantes, simplemente no parece saber lo que quiere. Lo único que “Hipnosis: arma invisible” logra hacer, pues, es CONFUNDIR al espectador, y frustrarlo con una historia llena de potencial, que ha sido desperdiciada a través de un guion desordenado y un montaje bajo en energía. Más que molesto, estoy decepcionado — “Hipnosis: arma invisible” no es horrible, pero creo que tenía sentido esperar un poco más de este equipo y estos actores.

Crítica de Sebastián Zavala Kahn

Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine Proyectando Ideas desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.