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CRÍTICA: Baghead: contacto con la muerte – terror servicial y atmosférico

CRÍTICA: Baghead: contacto con la muerte – terror servicial y atmosférico

Sebastián Zavala Kahn
Sebastián Zavala Kahn

Crítico de cine

Quizás ayudó que fuese a ver “Baghead: contacto con la muerte” con bajas expectativas, pero al final del día, la película me sorprendió gratamente. Se trata de un filme de terror bastante atmosférico, con varios momentos de terror puro y algunos “jump scares” efectivos, y que a pesar de manejar una premisa similar a la popular “Háblame”, del año pasado, igual logra desarrollar una identidad propia. No es una obra maestra del género ni mucho menos, pero pasando desapercibida y luciendo un título francamente ridículo, “Baghead: contacto con la muerte” me terminó sorprendiendo por lo efectiva y tensa que terminó siendo.

Basada en el cortometraje del mismo nombre, “Baghead: contacto con la muerte” nos cuenta la historia de Iris Lark (Freya Allan, de la serie de “The Witcher” y la próxima a estrenarse “El reino del Planeta de los Simios”), una chica de poca plata y menos suerte que felizmente cuenta con la ayuda de su mejor amiga en Londres, Katie (Ruby Barker, de “Bridgerton”). Un día, sin embargo, se entera de que su padre, Owen (el gran Peter Mullan), con quien no hablaba hace años, ha fallecido, y le ha dejado un “pub” venido a menos como herencia.

Es así que Iris viaja a otra ciudad (nunca mencionan cual) y se hace del ya mencionado bar… el cuenta cuenta con un oscuro secreto. Resulta que en el sótano vive una tenebrosa bruja, la cual tiene el poder de contactar a la gente con los muertos. Es por ello que un joven llamado Neil (Jeremy Irvine, de “Caballo de Guerra”) va donde Iris, ofreciéndole mucho dinero para poder visitar a la bruja y hablar por última vez con su finada esposa. Es así que comienza una interesante interacción entre Iris, Katie (quien llega a ayudar a su mejor amiga) y la bruja con bolsa en la cabeza del título, haciendo que la primera se niegue a dejar el bar, pero permitido que la última comience a tener un mayor control de su destino.

El concepto no es del todo original —como se mencionó líneas arriba, se asemeja un poco a lo que vimos el año pasado en “Háblame”, aunque en un contexto completamente distinto. Y sin embargo, la trama funciona; resulta lo suficientemente interesante, al menos, como para que el espectador se mantenga en suspenso por poco más de hora y media, y hasta le otorga cierto elemento emotivo a la cuestión, tanto a través de la historia de Iris, como la de Neil. Eso sí; la narrativa se desmorona un poco hacia el final, con un desenlace algo apresurado y enredado, el cual se entiende a medias, confundiendo y sin llegar a sentirse completamente satisfactorio. Realmente no tenía muchas quejas de la historia de “Baghead: contacto con la muerte”… hasta los últimos diez o quince minutos.

No obstante, fuera de algunos problemas narrativos, no se puede negar que “Baghead: contacto con la muerte” funciona bastante bien como propuesta de terror. El director Alberto Corredor, junto a su director de fotografía, Cale Finot, saben como desarrollar una palpable atmósfera de suspenso y terror, jugando con las sombras, los personajes y formas que se mueven atrás del encuadre, desenfocadas, y una cámara que se mueve solo cuando es necesario. Y como seguro estarían esperando la mayoría de fanáticos del género, “Baghead: contacto con la muerte” cuenta con varios momentos que hicieron saltar de su asiento a buena parte del público con el que vi el filme: desde apariciones repentinas por parte de espíritus, hasta las escenas de enfrentamiento con la infame “Cabeza de bolsa”.

Hasta cierto punto, “Baghead: contacto con la muerte” abusa un poco de los “jump scares”, y eso es algo que quizás no sea del agrado de todo espectador. Pero felizmente combina aquel recurso con secuencias de suspenso (incluyendo una persecución hacia el final de la historia), y el contenido emocional ya mencionado. Honestamente, fui a ver la película al cine sin esperar demasiado, y al final terminó sorprendiéndome gratamente gracias a lo segura de sí misma que se sintió la dirección, a la atmósfera desarrollada a lo largo de la película (especialmente dentro de la casa antigua que contiene el bar de Iris), y a los momentos de innegable horror. No es la experiencia más original del mundo, pero “Baghead: contacto con la muerte” logró dejarme un poco nervioso, algo que muy pocas películas del género logran hacer de un tiempo a esta parte.

Las actuaciones son, en general, de buen nivel. Freya Allan hace lo que puede con un personaje algo plano; se entiende que Iris está necesitada de dinero y que busca algún tipo de conexión con un padre ausente, pero mientras la película avanza, sus motivaciones se van haciendo más nebulosas, y por ende, el trabajo de Allan (una muy buena joven actriz) se va haciendo menos vistosa. Por otro lado, está la enérgica Ruby Barker, quien interpreta a Katie como una amiga fiel, inteligente, y que se da cuenta de cómo Iris está siendo manipulada por la bruja. Como Neil, Jeremy Irvine tiene un papel algo ingrato, pero me gustó que sus misteriosas motivaciones se vayan revelando gradualmente. El gran Peter Mullan tiene un rol pequeño pero importante como el padre de Iris (otorgándole dramatismo y seriedad a escenas que, con otro actor, resultarían absurdas), y la recordada Saffron Burrows tiene un “cameo” en una escena de vital importancia para la trama.

Si están buscando LA película de terror del 2024, dudo que “Baghead: contacto con la muerte” vaya a cumplir con sus expectativas. Lo que tenemos es una experiencia bastante estándar, pero que felizmente cumple con los objetivos principales de una película de terror: genera tensión y suspenso, desarrolla una buena atmósfera, y da miedo. Las actuaciones principales funcionan para darle credibilidad a la narrativa, los momentos de miedo los harán saltar en sus asientos, y aunque la premisa no es de lo más original, al menos no se siente como una COPIA de alguna otra producción. Donde “Baghead: contacto con la muerte” flaquea más es en su desenlace incoherente y apresurado, pero ni siquiera eso sirve para arruinar la experiencia en general. Nuevamente: el filme me sorprendió gratamente. Y espero que haga lo mismo con otros espectadores.

Crítica de Sebastián Zavala Kahn

Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine Proyectando Ideas desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.