El caso de “Venom: Carnage Liberado” es bastante interesante; por un lado, maneja un tono más consistente que el de su predecesor, aceptando, por fin, lo ridículo de su premisa, para tratar de entretener con situaciones cada vez más absurdas, prácticamente imposibles de tomar en serio. Pero por otro lado, se trata de un blockbuster sorprendentemente simplón, cuya trama podría ser resumida, sin mayores problemas, en un par de oraciones, y que probablemente será opacado por las implicaciones de su escena post-créditos. Es una mezcla de lo estúpidamente entretenido con lo simplemente estúpido, lo cual resulta en un producto final parcialmente superior a su predecesor… pero por momentos, frustrantemente desmotivador.
Tom Hardy regresa como Eddie Brock, quien sigue viviendo con el simbionte Venom en su interior, hablándole constantemente, pidiéndole más comida (específicamente, cerebros y chocolate; no pregunten). Lo mejor que “Venom: Carnage Liberado” hace es aprovechar la química entre estos dos, una suerte de pareja dispareja que combina una personalidad increíblemente inmadura, con la de un hombre desesperado, que simplemente quiere vivir en paz. De hecho, dicha relación resulta en algunos de los momentos más graciosos de la película… ¡y esta vez son, en su mayoría, graciosos a propósito!
Las cosas parecen mejorar para Eddie, sin embargo, cuando una entrevista que le hace al asesino serial Cletus Kassady (Woody Harrelson, esta vez con una peluca menos ridícula) resulta en el descubrimiento de las tumbas de sus más recientes víctimas. Es así que el criminal es condenado a morir por inyección letal… hasta que libera a su propio simbionte: Carnage. Sediento de venganza, Cletus y Carnage deciden buscar tanto a Eddie como a Anne (Michelle Williams), no sin antes rescatar a la ex novia (¿o esposa?) del primero, la mutante Frances Barrison (Naomie Harris), quien ha estado encerrada en un centro psiquiátrico por años.
Si la primera cinta de “Venom” parecía estar conteniéndose, como si estuviera algo avergonzada de ser absurda o exagerada, lo que el director Andy Serkis (sí, el mismísimo Gollum) hace acá es aprovechar al máximo los elementos más ridículos de sus personajes, como para asegurarse de que el público nunca se aburra. Cletus es interpretado como un asesino sádico caricaturesco —su pasado es trágico, sí, pero resulta difícil empatizar con él cuando parece disfrutar tanto de la matanza. Eddie sigue siendo un desastre andante (aunque no tenemos nada equivalente a la infame escena del restaurante de langostas del primer filme… ¡una pena!), y hasta Naomie Harris parece estar pasándola de lo lindo interpretando a la poderosa Frances. Nadie acá actúa como un ser humano normal (supongo que la que estaría más cerca de hacerlo sería la Anne de Michelle Williams), pero esa es la idea. O al menos esa parece ser la idea.
Es una pena, entonces, que “Venom: Carnage Liberado” termine siendo tan poco ambicioso y simplón. Curiosamente, este filme tiene el problema opuesto al de la genial “Sin Tiempo para Morir”; mientras que la última película de Daniel Craig como Bond es demasiado larga (sin afectar demasiado a la experiencia en general, felizmente), “Venom: Carnage Liberado” se queda corta, durando poco más de hora y media, con créditos y todo. Pareciera que la película estuviese apurada por llegar al final; las escenas se mueven de manera hiperactiva, las transiciones entre las mismas son prácticamente inexistentes, y la historia va de giro narrativo en giro narrativo, sin profundizar demasiado o dar muchas explicaciones. Puede llegar a cansar, haciendo que algunos miembros del público se frustren.
Aparentemente, todo eso es a propósito; Serkis quería un producto final que vaya de frente al grano, quitándole toda la grasa adicional a una historia que, ya de por sí, no era demasiado complicada. Pero en la opinión de este crítico, se le fue un poco la mano; un poco más de tiempo de respiro, con transiciones más naturales entre escenas, y quizás hasta más momentos de relaciones interpersonales, hubiera resultado en un filme más humano, más satisfactorio, sin siquiera tener que sacrificar el espectáculo o las peleas con efectos digitales súper complejos. No estoy diciendo que “Venom: Carnage Liberado” tenía que durar casi tres horas, como la última película de James Bond. Pero unas sólidas dos horas, creo yo, hubieran ayudado a que la trama fluya mejor.
No obstante, si algunos fanáticos salen de la sala de cine decepcionados, dudo que sea por eso. Posiblemente, les molestará que “Venom: Carnage Liberado” tenga calificación para mayores de 14 años, lo cual resulta en un Carnage innegablemente sádico y violento… pero no tanto como en los cómics clásicos. Esta versión de Cletus se siente limitada, incapaz de realizar actos verdaderamente horrorosos, lo cual, combinado con un Venom que está metido en su propia historia de comedia con Eddie Brock, podría fastidiar a los fanáticos más exigentes de Marvel. Espero que algún día la gente de Sony se atreva a sacar un filme de Carnage para mayores de 18 años (hey, si Fox lo pudo hacer con “Logan”…).
“Venom: Carnage Liberado” es una entretenida cinta de acción y efectos especiales; ni más, ni menos. No le exige demasiado al espectador y se deja ver, e incluso si no le termina gustando mucho, como dura poco más de hora y media, tampoco es que le vaya a hacer desperdiciar demasiado tiempo. Ver a Carnage en pantalla es innegablemente divertido, y el reparto entero parece estar pasándola de lo lindo (hasta el gran Stephen Graham, algo desperdiciado, y permanentemente enfadado), pero el producto final es demasiado sencillo y breve, como para causar un verdadero impacto. Por momentos, “Venom: Carnage Liberado” me gustó más que la primera película; pero en otros, no podía evitar sentir que pudo haber sido más. Quizás la tercera sea la vencida, y Venom por fin logre sorprender (gratamente) en la siguiente secuela. Habrá que ver.
Nota: Sí, “Venom: Carnage Liberado” cuenta con una escena durante los créditos, y sí, es de las más chocantes que haya visto en una película de Marvel (como se dijo líneas arriba, probablemente hasta llegue a opacar a la película entera). Habrá que ver qué hacen con lo que han decidido presentar acá.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de MasGamers, Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Desde enero del 2012 publica videocríticas y comentarios de cine en el blog Proyectando Ideas. Cofundador de FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.