“Madame Web” es la más reciente entrega del SPUMM (Sony Pictures Universe of Marvel Movies), o como se le está diciendo recientemente, el SSMU (Sony’s Spider-man Universe). En todo caso, el nombre no importa. Lo que tenemos acá, junto a películas como las de “Venom”, “Morbius” (ugh), o la próxima a estrenarse “Kraven el Cazador”, es un universo de PERSONAJES del mundo de Spider-man… pero sin Spider-man. Curioso, considerando que el origen de Venom, por ejemplo, está casi siempre ligado al famoso Hombre Araña, o que personajes como Madame Web muchas veces cumplen el rol de antagonista para dicho super héroe. Interesante, pues, que hayan decidido desarrollar este universo de películas de Spider-man sin Spider-man.
Al inicio, parecía que la idea no era del todo mala; después de todo, la primera “Venom” fue un éxito de taquilla inesperado. Pero ahora que hemos llegado a “Madame Web”, la gasolina se acabó. El éxito no podría estar más lejos. Y por más de que incluyan incontables referencias a personajes más interesantes o populares, filmes como este simplemente no pueden alcanzar el mismo éxito que las producciones protagonizadas por el Hombre Araña. “Madame Web” termina siendo, pues, de lo peorcito que ha producido Sony… aunque sigue siendo mejor que “Morbius”. Solo por el reparto (prefiero mil veces a Dakota Johnson que al insufrible de Jared Leto), y por poquito, pero algo es algo.
“Madame Web” se lleva a cabo en el 2003 (por alguna razón), y tiene como protagonista a Cassie Webb (Johnson), una paramédica trabajando en Nueva York. Como nos enteramos en un torpísimo prólogo, su madre murió en la selva peruana (¡¡!!) mientras investigaba a un tipo de araña con supuestas propiedades curativas, y Cassie nació ahí (lo cual hace que, técnicamente, sea peruana… HUH). En el presente, sin embargo, Cassie no está interesada en nada de eso… hasta que sufre un terrible accidente en el trabajo, quedando con el corazón detenido por tres minutos luego de ahogarse en un río.
Al ser revivida, los poderes de Cassie despiertan, haciendo que pueda ver diferentes versiones de un futuro inmediato. Es así que termina protegiendo a un trío de chicas que, eventualmente (pero no esta película) se convertirán en superheroínas: la Julia Cornwall de Sydney Sweeney (inocente y distraída), la Anya Corazón de la peruana Isabela Merced (un poco pesada, al menos al inicio), y la Mattie Franklin de Celeste O’Connor (rebelde y avezada). Resulta que tanto ellas como Cassie están siendo perseguidas por Ezekiel Sims (Tahar Rahim), un ex compañero de la madre de Cassie, que ahora cuenta con los poderes de la ya mencionada araña, y viste un traje similar al de Spider-man (como para engañar a los “geeks”). Como se imaginarán, las chicas tendrán que averiguar qué está pasando, y tratar de sobrevivir a los ataques de Sims.
Habiendo visto ya la película, me animaría a decir que el mayor problema de “Madame Web” es conceptual: desde un inicio, de trata de una historia mal planteada. ¿Por qué querríamos ver una película de superhéroes ANTES de que obtengan sus poderes? ¿Por qué querríamos ver una película de superhéroes en donde salen SIN sus trajes? ¿Y por qué querríamos ver una película de Spider-man en donde sale Emma Roberts como la mamá de Peter Parker (¡!) y Adam Scott (muy desperdiciado) como un Tío Ben joven (¡¡!!) trabajando de paramédico? Lo peor de todo, además, es que la cinta incluye diversas visiones por parte de Cassie, a modo de “flashforward”, en donde SÍ vemos a las chicas usando sus trajes y poderes para combatir el crimen. Mi pregunta principal, entonces, es la siguiente:
¿POR QUÉ NO HICIERON ESA PELÍCULA, ENTONCES?
Es así, pues, que “Madame Web” se convierte en una de las historias de origen más innecesarias que haya tenido el infortunio de ver. Ahora, técnicamente cualquier historia puede ser buena si es construida con cuidado, y en el caso específico de los blockbusters de superhéroes, si se le da más énfasis al trabajo de personajes y al desarrollo de la narrativa, que los “easter eggs” para fans. Pero como se deben imaginar, ese no es el caso acá. “Madame Web” cuenta con agujeros lógicos más grandes que el Amazonas, y conceptos que me sorprende ninguno de sus CUATRO guionistas (¡¡!!) haya cuestionado. Es decir, la cinta se siente como hecha a la volada, como si la gente responsable de producirla se hubiese visto obligada a trabajar con una premisa en la que no estaba particularmente interesada.
Consideren, si no, que la araña del Amazonas peruano le otorgó poderes a una tribu local que se llama… LAS ARAÑAS (qué original, en serio). Y que su mayor representante, por razones que jamás entenderé… es un hombre claramente NO latino que habla inglés. O consideren, también, que ni Sweeney ni Merced ni O’Connor hacen nada importante hasta literalmente el final. En serio; son más objetos que tienen que ser protegidos por Cassie que verdaderos personajes, con poca iniciativa, cero poderes, y una pizca de desarrollo de personajes.
Lo cual es una pena, porque por alguna razón, Madame Web cuenta con un reparto envidiable. De hecho, es gracias a dicho reparto, principalmente, que la película no aburre, y que termina cansando un poco en vez de molestar o frustrar. Dakota Johnson resalta como Cassie, por ejemplo, desarrollándola como una mujer fuerte, sarcástica, y dispuesta a salvar y proteger a otros (por algo la hicieron paramédica). Adam Scott hace lo que puede con un rol francamente ingrato, al igual que Emma Roberts, y Tahar Rahim es suficientemente intimidante como Sims. Y de las chicas, quienes destacan más son Isabela Merced como Anya (orgullo peruano) y Celeste O’Connor como Mattie (la más rebeldona de las tres). A Sydney Sweeney, desgraciadamente, la han dado un rol súper soso, por lo que la mayor parte del tiempo se le confunde con el decorado. Una verdadera pena.
En fin. Si me dieran a escoger entre ver “Morbius” o “Madame Web”, escogería a la segunda, y solo porque el reparto hace lo que puede con un guion infame. Pero por más de que la película cuente con algunos planos bien planteados y secuencias de acción cumplidoras, simplemente nunca logra justificar su propia existencia. Entre la narrativa torpe con demasiadas escenas de exposición (el prólogo es injustificable), los efectos visuales que parecen haber sido sacados, apropiadamente, de una película del 2003 (con dobles digitales poco convincentes y todo), y el abuso de zooms abruptos y cámaras nerviosas en las escenas de acción, “Madame Web” cansa en vez de entretener. No creo que los fans de los cómics salgan satisfechos, y el público casual no hará más que preguntarse cuál es el punto de todo esto. Francamente, creo que no lo hay, y ya es tiempo de que Sony se dé cuenta de ello.
NOTA: “Madame Web” no cuenta con ninguna escena entre créditos o post-créditos. Al menos.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine Proyectando Ideas desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.