Han pasado catorce años desde la última película de “Destino Final”, pero no mucho ha cambiado en cuanto a lo que se puede hacer con su premisa principal. El punto sigue estando en ver a personajes tratando de evadir la muerte, y por supuesto, en ver cómo varios de ellos mueren de las formas más cruentas, sádicas y sangrientas posibles. Por supuesto, si han sido fanáticos de esta saga desde la primera entrega, poco de esto les sorprenderá. Pero si recién se están metiendo de lleno de en este universo —como Vuestro Servidor—, quedarán bastante impactados por lo que “Destino Final: Lazos de sangre” tiene para ofrecer.
Dirigida por el dúo de Zach Lipovsky y Adam B. Stein, fanáticos confesos de las cintas previas, “Destino Final: Lazos de sangre” termina siendo de lo más tenso y perturbador que puedan ver estos meses en el cine. Ahora bien, sí tienen que tener en cuenta que, para pasarla bien con el filme, tienen que creerse todo lo que los guionistas Guy Busick y Lori Evans Taylor nos proponen —es decir, tienen que dejar su incredulidad en la puerta, y creer en la posibilidad de que la Muerte pueda perseguir a cierta gente, y crear toda suerte de casualidades para acabar con sus vidas de formas progresivamente asquerosas. Lo bueno de las muertes en “Destino Final: Lazos de sangre” es que resulta difícil pensar que podrían suceder en la vida real; y lo mejor (para los fanáticos del gore, por supuesto) es que resultan muy divertidas.

“Destino Final: Lazos de sangre” comienza con un espectacular prólogo en los años sesenta, en el que vemos a una joven Iris (Brec Bassinger) yendo con su novio, Paul (Max Lloyd-Jones) a un nuevo restaurante en lo alto de una torre recién construida. Como se deben imaginar, dicho lugar resulta ser increíblemente peligroso, por lo que, luego de una serie de coincidencias iniciadas por el lanzamiento de una moneda, la mayor parte de comenzarles termina muriendo de formas verdaderamente sádicas.
¿O quizás no? Porque décadas después, nos terminamos centrando en Stefani Reyes (Kaitlyn Santa Juana), la nieta de Iris, quien desde hace unos meses tiene problemas durmiendo debido a una pesadilla recurrente: básicamente, sueña con los eventos del prólogo, siempre despertando con un desgarrador grito. Es por eso que decide irse de su dorm en la universidad y regresar a casa, para tratar de encontrar a su abuela y, con algo de suerte, algunas respuestas. Lamentablemente, ni su padre, Marty (Tinpo Lee), ni su tío Howard (Alex Zahara) y mucho menos su hermano, Charlie (Teo Briones) están dispuestos hablar sobre a quien consideran una vieja loca. Pero cuando miembros de la familia por el lado de la madre de Stefani comienzan a morir, todos, incluyendo a sus primos Erik (Richard Harmon), Bobby (Owen Patrick Joyner) y Julia (Anna Lore) se ven obligados a ayudarla para evitar acabar en el Otro Mundo.
Si todo lo que quieren es ver qué tan creativos pueden ser los directores y guionistas de “Destino Final: Lazos de sangre” a la hora de desarrollar ideas para asesinar a sus personajes, la pasarán bien con el filme. Después de todo, no se puede negar que ese ha sido el chiste de esta franquicia desde hace un tiempo, así como, en su momento, los fanáticos de los slashers veían las películas para disfrutar de las cruentas formas en la que los protagonistas eran asesinados por un criminal. Y aunque claramente las entregas previas de la franquicia cuentan con secuencias memorables de muerte y destrucción (la segunda entrega hizo que medio mundo, incluso aquellos que no vieron el filme entero, le tengan pavor a los camiones que cargan troncos de árboles), “Destino Final: Lazos de sangre” no se queda atrás.

Es así que, fuera del prólogo ya mencionado, tenemos muertes relacionadas a podadoras de césped, máquinas de resonancia magnética, camiones de basura, máquinas expendedoras, y más. Se nota que los catorce años de descanso le hicieron bien a la franquicia. Como se dijo líneas arriba, la mayoría de estas situaciones son totalmente inverosímiles y dependen de coincidencias que se justifican con el hecho de que la Muerte acá es un personaje más, pero es precisamente por eso que resultan tan entretenidas. Además, el trabajo de maquillaje y efectos visuales digitales es superlativo, lo cual resulta en gore increíblemente asqueroso, especialmente cuando involucra objetos punzocortantes.
Porque si hay algo que agradezco de “Destino Final: Lazos de sangre”, es que no se siente censurada, aprovechando al máximo su clasificación para Mayores de 18 Años para desarrollarse de la forma más sangrienta y enfadada posible. Esta es una cinta bastante cínica, en donde la Muerte es tratada como una inevitabilidad, lo cual resulta en un nivel de tensión altísimo porque, bueno, cualquier personaje podría morir, incluso la protagonista. El único momento de verdadera sinceridad, más bien, es protagonizado por Tony Todd (Q.E.P.D.), quien regresa por última vez para interpretar a William John Bludworth. Considerando que este fue su último rol y que la película está dedicada a su memoria, resulta imposible no sentirse algo tocado por el diálogo que le dan.

Ahora, si “Destino Final: Lazos de sangre” funciona es porque, fuera del sadismo en pantalla, la narrativa no está del todo mal. La Stefani de Kaitlyn Santa Juana funciona muy bien como protagonista, comportándose de manera verosímil en una situación inverosímil, haciendo todo lo posible por salvar a su familia. Además, el filme establece muy bien la importancia de las relaciones entre diferentes generaciones, dejando en claro que Stefani no quiere ser ni como su abuela (aparentemente loca) ni como su madre (que la abandonó cuanto tenía diez años, aunque luego nos enteramos de que tenía buenas razones para hacerlo). Hay un miedo permanente no solo a la Muerte, si no también a repetir los errores de generaciones previas —de que una hija, por ejemplo, se convierta en la nueva versión de su madre, con defectos y todo.
Es así, pues, que “Destino Final: Lazos de sangre” logra llevarse a cabo como una experiencia llena de suspenso, en la que los protagonistas —especialmente Stefani y su hermano Charlie— resultan simpáticos y terriblemente vulnerables. Quienes busque harta sangre y gore ciertamente la encontrarán acá, pero además de eso, la cinta cuenta con bastante creatividad, y logra presentarnos una historia que, lejos de ser original, al menos funciona para que uno pueda empatizar con los personajes. Obviamente los espectadores más sensibles ni deberían considerar ir a ver “Destino Final: Lazos de sangre” al cine, pero aquellos que estén buscando una experiencia sádica y explícitamente sangrienta que los deje sacudidos por un buen rato, definitivamente deberían darle una oportunidad. Puede que esta sea la sexta (¡!) entrega de la saga, pero para mi (grata) sorpresa, resulta que todavía tiene mucho por ofrecer.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine SebaZavaReviews desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.