El desarrollo de la primera película de “Sonic 2” terminó convirtiéndose en una de las historias más interesantes del mundo del cine comercial reciente. En resumen: el diseño original de su protagonista, Sonic el Erizo, recibió tantos pero tantos comentarios negativos en Internet, que la película fue atrasada para realizar cambios en su aspecto, haciendo que se estrene eventualmente en cines, y se convierta en todo un éxito de taquilla (y relativamente, de crítica). Por más de que la primera cinta es, más que nada, una película para niños, funciona muy bien como un vistoso blockbuster, y también como una suerte de homenaje a los juegos, lleno de referencias que solo los fanáticos acérrimos del erizo azul son capaces de encontrar.
Bueno, algo similar se puede decir sobre la secuela. “Sonic 2: la película” funciona porque maneja un tono similar al de la primera entrega. Felizmente, no intenta ser más grande o épica, necesariamente; simplemente trata de expandir el mundo de los juegos, trayendo de vuelta al Dr. Robotnik / Eggman de Jim Carrey, e introduciendo nuevos personajes clásicos de los juegos de Sega, como Knuckles (con la voz de Idris Elba en inglés) o Tails (con la voz original de los juegos en inglés, Colleen O’Shaughnessey). Ciertamente no hace nada revolucionario, pero lo que sí logra hacer “Sonic 2: la película”, al igual que su predecesor, es demostrar que es posible desarrollar una saga cinematográfica basada en juegos, que respete a su fuente de inspiración, y que funcione como entretenimiento familiar de buena calidad.
La cinta comienza con el regreso de Eggman, quien ha logrado escapar del Planeta Hongo con la ayuda de Knuckles, un echidna que busca vengarse de Sonic (voz de Ben Schwartz en inglés). Después de todo, él considera que su tribu fue siempre enemiga de los búhos que originalmente criaron a Sonic, y ahora está en busca de la Esmeralda Maestra, la cual supuestamente fue escondida en la Tierra años atrás. Aliándose con Eggman, el echidna estará tras el rastro de nuestro protagonista azul, quien felizmente ahora cuenta con la ayuda de Tails, un adorable zorro de dos colas que puede volar. Ah, y cómo olvidarnos de los humanos, Tom (James Marsden) y Maddie (Tika Sumpter), quienes tienen sus propios problemas, y eventualmente se unen a las aventuras de Sonic.
No es necesario decir que la mayoría de espectadores irán a ver “Sonic 2: la película” por sus protagonistas animados —es como cuando sale una nueva película de “Godzilla”, donde las escenas con los monstruos suelen ser más importantes que las de los humanos. Es precisamente por eso que algunas personas podrían desesperarse —por momentos— con “Sonic 2: la película”. Mientras que todo lo que involucra a Sonic, Tails y Knuckles es, en general, divertido, colorido y emocionante, la subtrama con Tom y Maddie en una boda se siente como relleno, abusando de gags previsibles, y de interacciones que poco o nada tienen que ver con la narrativa. Nada en contra de Marsden y compañía, pero hubiera preferido que muchos de estos momentos hayan sido eliminados.
Esto último se debe, también, a que “Sonic 2: la película” tiene una duración de dos horas… lo cual es realmente innecesario. Entiendo que han intentado expandir el mundo de estos personajes y que tenían que concluir la historia con una batalla explosiva y visualmente impresionante, pero considerando que el público objetivo de estos filmes es bastante joven, Y que la trama no es precisamente compleja o complicada, que la película tenga dicha duración realmente no se justifica. Si el director Jeff Fowler y compañía le quitaban unos veinte o hasta treinta minutos de metraje a “Sonic 2: la película”, el resultado hubiera sido mucho más ágil, y por ende, más sólido. Para el final, yo ya me estaba impacientando un poco con el filme, y por lo que escuchaba en mi sala de cine, los niños estaban en la misma situación.
Pero nada de esto quiere decir que la película sea mala. De hecho, los fanáticos de los juegos y del lore de Sonic en general estarán mas que felices. La narrativa en general se siente muy fiel a los juegos —tanto los originales de Sega Genesis, como las entregas en 3D—, e incluye incontables easter eggs y referencias, desde logos y diseños como los que uno encontraría en los juegos, hasta detalles como el miedo que Sonic le tiene al agua, o locaciones que me hicieron recordar a niveles clásicos como el Labyrinth Zone. Se nota que a Fowler y compañía les encantan los juegos, y por ende, han desarrollado la película con mentalidad de fanáticos, sin descuidar, por supuesto, a quienes sepan poco o nada sobre Sega y sus personajes.
Visualmente, “Sonic 2: la película” se siente como una considerable mejora en relación a la primera entrega. Sonic sigue luciendo igual de bien que siempre —felizmente—, y tanto Knuckles como Tails han sido traídos a la vida con mucho respeto, tanto en lo que se refiere a sus respectivos diseños, como a sus caracterizaciones. Knuckles es un guerrero honorable de pensamiento concreto, siempre concentrado en su misión principal, y carente de un sentido del humor. Y Tails se convierte rápidamente en un fiel amigo para Sonic, siempre utilizando los gadgets que ha inventado, con un poco de miedo a los retos que van apareciendo para ambos. Su participación en la película, además, se siente totalmente natural para la trama, y no solo como algo que fue incluido para satisfacer a los fanáticos.
Sí, algunas secuencias de acción pueden sentirse algo sintéticas (y ciertas interacciones entre humanos y personajes animados no llegan a convencer del todo), pero en general, “Sonic 2: la película” hace un buen uso de efectos visuales digitales para integrar el mundo de Sonic y compañía en el de los humanos. Súmenle a eso una actuación apropiadamente enérgica y loca por parte de Carrey —quien verdaderamente se ha convertido en el Dr Robotnik del live action—, y “Sonic 2: la película” se transforma rápidamente en una experiencia ligera, entretenida, y apropiada para toda la familia. Solo espero que si llegan a hacer una tercera entrega (por qué no), puedan traer a Carrey de vuelta, y se animen a desarrollar una historia con menos relleno y de menor duración. Si Sonic termina con una cumplidora trilogía cinematográfica, sería todo un hito para el mundo de las películas basadas en videojuegos.
Crítica de Sebastián Zavala Kahn
Comunicador audiovisual y crítico de cine. Bachiller en Comunicación Audiovisual por la PUCP; Maestría en Artes de MetFilm School en Londres; miembro de la APRECI —Asociación de Prensa Cinematográfica—, y la OFCS – Online Film Critics Society, y crítico oficial de Rottentomatoes.com. Integra el staff de las webs de Nintendo Pe, Cinencuentro y Ventana Indiscreta. Maneja el blog de cine Proyectando Ideas desde el 2012. Cofundador de NoEsEnSerie.com y FotografíaCalato.com, y coautor del libro Videogames You Will Never Play, del colectivo Unseen64.